MENU
Facebook
LinkedIn
X

Real Plaza: Una Tragedia Anunciada que Pudo Evitarse

El colapso del techo del patio de comidas en el Real Plaza Trujillo no fue un accidente fortuito, sino la consecuencia de una cadena de negligencias, irregularidades y falta de transparencia por parte de la empresa. La caída de la estructura ha dejado un saldo devastador: cuatro personas fallecidas, incluido un menor de edad, y al menos 70 heridos. Sin embargo, más allá del luto y la conmoción, surgen preguntas incómodas que Real Plaza y las autoridades deben responder.

Advertencias ignoradas y seguridad comprometida

Este no es un hecho aislado. En enero de 2024, el centro comercial fue clausurado temporalmente por 30 días debido a graves observaciones de seguridad, entre ellas problemas en las conexiones eléctricas que representaban un riesgo inminente para trabajadores y clientes. A pesar de ello, el mall reabrió sus puertas en tiempo récord, apenas nueve días después, tras supuestamente subsanar las deficiencias. ¿Se realizaron realmente las mejoras necesarias o simplemente se aplicaron soluciones superficiales para evitar pérdidas económicas?

El derrumbe del techo deja en evidencia que la infraestructura del centro comercial no cumplía con estándares básicos de seguridad estructural. La vida de cientos de personas estuvo en peligro, y hoy el costo de esa irresponsabilidad se mide en muertes y decenas de heridos.

Cierre temporal: ¿medida solidaria o control de daños?

Real Plaza anunció el cierre de todos sus centros comerciales a nivel nacional como “señal de duelo y solidaridad”. Sin embargo, esta decisión parece más un intento de limpiar su imagen que una verdadera muestra de empatía con las víctimas y sus familias. Cerrar las puertas por un día no borra la falta de controles de seguridad, ni la negligencia de haber operado en condiciones cuestionables.

Además, la empresa se ha limitado a emitir un escueto comunicado expresando condolencias y prometiendo colaboración con las investigaciones. Hasta el momento, no se han anunciado responsabilidades internas, indemnizaciones concretas ni un plan de revisión exhaustiva de sus infraestructuras a nivel nacional.

Investigación en curso: ¿se hará justicia o quedará en el olvido?

El Ministerio Público ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas del derrumbe y evaluar si hubo negligencia empresarial. Sin embargo, la ciudadanía tiene motivos para dudar de la profundidad de estas indagaciones. En demasiadas ocasiones, casos similares han terminado en impunidad, con sanciones simbólicas o acuerdos extrajudiciales que dejan a las víctimas sin justicia real.

La tragedia en Real Plaza Trujillo es un recordatorio brutal de las consecuencias de anteponer las ganancias a la seguridad y el bienestar de las personas. No basta con cerrar un día y emitir comunicados. Se exige responsabilidad, sanciones severas y una reforma urgente en las normas de supervisión de centros comerciales en el país.

La pregunta que queda en el aire es: ¿permitiremos que otra tragedia como esta vuelva a ocurrir?

Redacción: Anghelo Basauri Escudero