Dos de los vinos más exclusivos de Chile llegan al Perú de la mano de Perufarma, marcando un hito en el mercado del lujo y la enología de alta gama.

El prestigio de los grandes vinos chilenos toca suelo peruano

Viñedos Chadwick y Seña, dos de los íconos del vino chileno, aterrizan en la capital peruana gracias a Perufarma, su socio estratégico. Con una exclusiva importación de 50 unidades por etiqueta, estos vinos de culto, comercializados en la legendaria Plaza de Burdeos, llegan para conquistar el paladar de los más exigentes coleccionistas y amantes del vino de lujo.

El enólogo y visionario Eduardo Chadwick, creador de ambas etiquetas, ha logrado posicionar a Chile en la élite de la enología mundial. Con un legado construido sobre terroirs excepcionales y una enología de precisión, estos vinos no solo han obtenido puntajes perfectos en las más prestigiosas catas internacionales, sino que han redefinido la percepción del vino chileno en el mundo.

Viñedos Chadwick: la joya de Puente Alto

Ubicado en la prestigiosa D.O. Puente Alto, en el Valle del Maipo, Viñedos Chadwick se alza como un símbolo de excelencia. Su terroir, con suelos aluviales compuestos en un 70% por piedras, y un clima mediterráneo de alta oscilación térmica, proporciona las condiciones ideales para la maduración lenta de la Cabernet Sauvignon, otorgándole frescura y acidez natural.

La cosecha 2016, que forma parte de esta importación exclusiva, ha sido distinguida con 99 puntos por James Suckling y 96 puntos por Robert Parker. A lo largo de los años, este vino ha alcanzado la perfección, logrando 100 puntos en sus añadas 2014, 2017 y 2021, posicionándose entre los grandes íconos del vino mundial.

Su proceso de elaboración es meticuloso: una vendimia manual en abril, fermentación en pequeños estanques de acero inoxidable y 22 meses de crianza en barricas de roble francés y fudres Stockinger. El resultado es un vino de entrada sedosa, con sabores de frutas rojas frescas, toques de tabaco y casis, taninos de grano fino y una textura elegante y fluida.

Seña: la revolución del vino chileno

En 1995, Chile aún era visto como un país productor de vinos accesibles, pero sin presencia en la alta gama. Sin embargo, Eduardo Chadwick y el legendario enólogo estadounidense Robert Mondavi decidieron cambiar esta percepción. Así nació Seña, un vino que no solo demostraría la capacidad de Chile para elaborar ultra-premiums, sino que se convertiría en un estandarte del país en el panorama vinícola internacional.

El viñedo de Seña, ubicado en el Valle de Aconcagua, se beneficia de un clima mediterráneo con influencias oceánicas, permitiendo una maduración equilibrada de las uvas. Sus suelos coluviales de arcilla, rocas y arena favorecen un excelente drenaje, aportando complejidad y elegancia al vino.

La añada 2021, una de las más destacadas, es un ensamblaje de 50% Cabernet Sauvignon, 27% Malbec, 17% Carménère y 6% Petit Verdot. Con una crianza de 22 meses en barricas de roble francés (70% nuevas) y tinas de madera (10%), este vino ha alcanzado la perfección, obteniendo 100 puntos de James Suckling, al igual que sus añadas 2015 y 2018.

Perufarma y su apuesta por la alta gama

La llegada de Viñedos Chadwick y Seña a Lima no solo representa un hito en la enología peruana, sino que también refleja la creciente demanda por vinos de lujo en el país. Perufarma, reconocido por su compromiso con la calidad y exclusividad, se convierte en un puente entre los grandes productores y los coleccionistas peruanos que buscan lo mejor del mundo vitivinícola.

Con esta importación limitada, el mercado del vino en Perú se eleva a un nuevo nivel, consolidando la presencia de etiquetas de renombre mundial y abriendo las puertas a experiencias sensoriales de primer nivel. Desde la exclusividad de la Plaza de Burdeos hasta las mesas limeñas, Chadwick y Seña llegan para marcar un antes y un después en la historia del vino en el país.

Redacción: Anghelo Basauri Escudero