La elegancia geométrica y el lujo del art déco renacen en Lima, aportando sofisticación y glamour a las residencias más exclusivas
Un estilo que desafía el tiempo
En la constante evolución del diseño de interiores, el art déco ha vuelto a destacar como una tendencia que seduce a los amantes de la estética refinada y el lujo. Este estilo, que tuvo su auge en las décadas de 1920 y 1930, se caracteriza por sus formas geométricas audaces, líneas definidas y una opulencia que se expresa en materiales como el mármol, el latón y la madera noble. Ahora, en pleno siglo XXI, esta corriente ha encontrado su espacio en los hogares limeños, transformando los ambientes con una elegancia que trasciende el tiempo.

Lima adopta el arte del lujo geométrico
En los distritos más exclusivos de Lima, la influencia del art déco se manifiesta en la arquitectura y la decoración interior. Los diseñadores han sabido reinterpretar este estilo para adaptarlo a la estética contemporánea sin perder su esencia. Los colores profundos como el azul marino, el esmeralda y el burdeos se combinan con detalles dorados y plateados, creando espacios sofisticados que evocan la grandeza de una época dorada. El mobiliario de líneas geométricas y las piezas ornamentales con patrones en zigzag refuerzan esta identidad visual, haciendo que cada rincón se convierta en una expresión de arte y lujo.
Una conexión con la historia y la modernidad
Este resurgimiento no solo responde a una cuestión de estética, sino también a un deseo de revalorizar la historia y el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Lima conserva edificaciones emblemáticas con influencias art déco, y muchos propietarios han encontrado en este estilo una manera de conectar con el pasado mientras proyectan sus hogares hacia el futuro. La fusión de elementos tradicionales con toques contemporáneos ha dado lugar a espacios que no solo destacan por su belleza, sino también por su carácter atemporal.

Sofisticación que perdura
El retorno del art déco en los interiores limeños es un reflejo de la búsqueda de sofisticación y exclusividad en la vida cotidiana. Esta tendencia, lejos de ser una moda pasajera, se posiciona como una declaración de estilo que equilibra modernidad y tradición, demostrando que la elegancia bien ejecutada nunca pasa de moda.
Redacción: Sebastián Lozada