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Jaguar cambia de piel: La histórica marca británica pasa a manos de Geely

El rugido de Jaguar, uno de los emblemas más icónicos de la ingeniería automotriz británica, podría estar llegando a su última etapa tal como lo conocemos. En un movimiento inesperado pero no sorprendente, Tata Motors ha vendido Jaguar a la multinacional china Geely, dejando atrás su relación con Land Rover y marcando el inicio de una nueva era para la marca felina. Esta transacción coloca a Jaguar en un portafolio que ya cuenta con nombres de peso como Lotus, Volvo Cars, Polestar y una participación significativa en Mercedes-Benz.

De símbolo de lujo británico a marca china

El declive de Jaguar ha sido un proceso progresivo, marcado por decisiones estratégicas erráticas y una identidad corporativa que se fue desdibujando con el paso del tiempo. Cuando Tata Motors adquirió la firma en 2008 junto con Land Rover, el objetivo era reposicionar ambas marcas como referentes de lujo y tecnología. Sin embargo, la visión eléctrica y el intento de modernizar Jaguar sin una estrategia clara de diferenciación con Land Rover resultaron en una confusión de mercado y una disminución de su prestigio.

Ahora, con Geely al mando, las dudas sobre el futuro de Jaguar se multiplican. La firma china ha demostrado un gran éxito en la revitalización de marcas como Lotus y Volvo, pero la pregunta clave es si podrá hacer lo mismo con Jaguar o si, por el contrario, acabará integrándola en su vasto ecosistema de marcas sin conservar su esencia británica.

Geely: un imperio automotriz en expansión

La compra de Jaguar no es un movimiento aislado, sino parte de la estrategia expansiva de Geely en el mercado global. Con el control de Volvo, el renacer de Lotus y la consolidación de Polestar como una marca de autos eléctricos premium, Geely ha demostrado su capacidad para gestionar marcas con identidades fuertes.

Pero Jaguar es una historia diferente. A diferencia de Volvo, que tenía un nicho de mercado bien definido en la seguridad y la confiabilidad, Jaguar ha sufrido de una crisis de identidad que la ha alejado de sus raíces como marca deportiva y de lujo. Si Geely quiere revivir el legado de Jaguar, tendrá que definir qué representa la marca en un mercado donde la electrificación y la exclusividad son factores determinantes.

El dilema de la reinvención o la extinción

Los desafíos que enfrenta Jaguar bajo la dirección de Geely son inmensos. ¿Se convertirá en una marca totalmente eléctrica como Polestar? ¿Buscará recuperar su ADN deportivo y de lujo para competir con Porsche y Ferrari? ¿O simplemente quedará relegada como un experimento fallido en la industria automotriz?

La desaparición de Jaguar sería un golpe simbólico para la industria británica del automóvil, pero no sería la primera vez que una marca histórica cae ante la globalización y los cambios de mercado. Por ahora, lo único seguro es que el rugido de Jaguar ya no es el mismo y su destino está en manos de un nuevo dueño.

Fuente : Autofilia.

Redacción: Anghelo Basauri Escudero