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China toma la delantera comercial y desafía el liderazgo económico de Estados Unidos

Dos décadas de expansión sostenida colocan a China como el mayor socio comercial del planeta, reconfigurando el mapa económico global y desafiando la hegemonía histórica de Washington

De potencia emergente a epicentro del comercio mundial

En el año 2000, pocos habrían imaginado que China —en ese entonces un socio comercial secundario— superaría a Estados Unidos en tan solo una generación. Hoy, esa predicción es una realidad contundente: mientras el comercio total estadounidense alcanzó los 5.3 billones de dólares en 2024, el de China lo sobrepasó con 6.2 billones, consolidando su posición como eje gravitacional del comercio internacional.

La transformación es más que numérica. En el año 2000, China figuraba como principal socio de un puñado de naciones, muchas de ellas con relaciones complicadas con Occidente. Veinticuatro años después, su red comercial abarca Asia, Europa del Este, Oriente Medio, Oceanía, África y América del Sur, gracias a una combinación de acuerdos estratégicos, inversiones masivas y exportaciones de manufacturas a precios competitivos.

Estados Unidos busca recuperar terreno

A pesar del crecimiento sostenido del comercio estadounidense —un 167% en dos décadas— el dinamismo de China ha dejado a Washington en una posición de repliegue. Para contrarrestar este avance, la administración de Donald Trump ha optado por una estrategia que prioriza la reindustrialización, el proteccionismo inteligente y la renegociación de acuerdos comerciales.

Los aranceles impuestos a diversos productos —en especial los procedentes de China— buscan frenar el déficit comercial y fomentar el consumo de bienes producidos localmente. Aunque estas medidas han generado tensiones diplomáticas y represalias económicas, se inscriben dentro de una doctrina más amplia que apuesta por reforzar la soberanía económica de Estados Unidos.

México y Canadá lideran el intercambio con EE.UU.

Mientras la pugna con China se intensifica, el comercio norteamericano muestra signos de reconfiguración. En 2024, México se convirtió en el mayor socio comercial de EE.UU., con un intercambio total de 776 mil millones de dólares, seguido por Canadá con 699.6 mil millones. China, en cambio, cayó al tercer puesto, con 532.4 mil millones, apenas el 10.9% del total.

Este desplazamiento refleja el creciente interés por el nearshoring: la estrategia de traer de vuelta procesos productivos a regiones cercanas y más estables, en un intento por minimizar los riesgos logísticos y políticos. En ese contexto, América del Norte refuerza sus lazos internos, mientras Europa occidental y la India emergen como nuevos aliados comerciales clave para Washington.

El futuro del comercio global ya no es unipolar

Aunque Estados Unidos sigue siendo una potencia económica central, el mundo avanza hacia una configuración más multipolar, en la que China actúa como contrapeso global. Mientras Pekín profundiza su presencia en los mercados emergentes —importando materias primas y exportando tecnología—, Occidente se esfuerza por defender sus posiciones en un entorno cada vez más competitivo y fragmentado.

La pregunta que flota sobre la escena internacional no es si China dominará el comercio mundial, sino cuánto del poder económico global está dispuesto Estados Unidos a ceder en su cruzada por reequilibrar el tablero. En esta nueva etapa, la eficiencia logística, la resiliencia industrial y la estabilidad geopolítica serán los verdaderos activos del liderazgo.