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Alemania rompe su propio cerco: Autoriza a Ucrania a atacar territorio ruso con armas germanas

El canciller Friedrich Merz marca un antes y un después en la política exterior alemana, levantando las restricciones al uso del armamento enviado a Kiev. Un giro histórico que redefine el rol de Berlín en la seguridad europea.

De la contención al protagonismo geopolítico

Hasta hace poco, Alemania mantenía un férreo principio de no permitir que las armas suministradas a Ucrania fueran usadas en suelo ruso, en línea con su postura pacifista post-Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la llegada al poder del canciller Friedrich Merz ha supuesto un cambio radical. Desde el 1 de junio de 2025, Berlín ha dado luz verde a Kiev para atacar objetivos militares dentro de Rusia utilizando armamento de fabricación alemana.

La medida se inscribe en una creciente presión internacional por parte de los aliados occidentales, especialmente de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que ya habían retirado restricciones similares. Alemania se suma así a un eje que aboga por una defensa más contundente de Ucrania, frente a la agresión rusa iniciada en febrero de 2022.

Una cooperación armamentística sin precedentes

Además de levantar las restricciones, Merz anunció un acuerdo de cooperación bilateral con Ucrania para la producción conjunta de armamento de largo alcance. Este pacto estratégico permitirá a Kiev fabricar misiles de alta precisión con capacidad ofensiva en profundidad, marcando un nuevo capítulo en la alianza militar entre ambos países.

“La defensa no puede limitarse al propio territorio cuando el agresor lanza misiles desde el otro lado de la frontera”, declaró el canciller. Su enfoque redefine la tradicional cautela alemana, posicionando a Berlín como un actor más activo y comprometido dentro del escenario bélico europeo.

Repercusiones internacionales e internas

El anuncio no ha tardado en provocar reacciones. El Kremlin calificó la decisión como una «provocación peligrosa», advirtiendo de una escalada inminente. En Alemania, la medida ha reavivado divisiones políticas: mientras los Verdes la celebran y exigen el envío de misiles Taurus, el SPD guarda silencio estratégico y La Izquierda denuncia el riesgo de ampliar el conflicto.

Sin embargo, para una parte del espectro político y militar europeo, la decisión alemana representa una afirmación de liderazgo. Alemania ya no observa: interviene, coordina y produce. El eje Berlín-Kiev, con el respaldo de la OTAN, busca redefinir el equilibrio estratégico en Europa del Este.

Una Alemania distinta para un mundo distinto

La autorización a Ucrania para usar armamento alemán más allá de sus fronteras no es solo una decisión táctica: es un cambio simbólico, doctrinario y estratégico. En un mundo marcado por la incertidumbre geopolítica, Alemania emerge no solo como potencia económica, sino como referente en la seguridad del continente.

Este giro no solo altera la dinámica del conflicto ruso-ucraniano, sino que podría reconfigurar el rol de Berlín en la arquitectura de defensa europea. En el tablero global, la era del silencio estratégico alemán ha terminado.