La gigante del e-commerce canceló sin previo aviso pedidos millonarios de productos fabricados en China, Vietnam y Tailandia, dejando a sus socios con inventarios acumulados y sin respaldo. ¿El motivo? Un movimiento estratégico frente a los nuevos aranceles de Trump que revela el lado más frío del negocio.
La tormenta tras el clic: cancelaciones sin advertencia
En la era del comercio ultraconectado, un correo electrónico puede definir el destino de una empresa. Así lo vivieron múltiples proveedores de Amazon, quienes se vieron sorprendidos por la cancelación abrupta de pedidos tras el anuncio de nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a más de 180 países, incluidos China, Vietnam y Tailandia.
Sillas de playa, scooters eléctricos, aires acondicionados y otros productos fabricados en Asia fueron suspendidos sin explicación previa. Uno de los proveedores, con más de diez años de relación comercial con Amazon, recibió un escueto mensaje que anulaba una orden de medio millón de dólares. Las sillas ya estaban fabricadas. El proveedor debía ahora asumir la deuda con la fábrica y buscar compradores por su cuenta.
Los riesgos del silencio estratégico
Amazon no emitió comentarios oficiales. En su informe anual, la empresa había anticipado que las disputas comerciales internacionales representaban un riesgo. Sin embargo, para los proveedores afectados, la falta de comunicación fue más que un riesgo: fue una traición.
Scott Miller, exgerente de proveedores de Amazon y actual consultor, confirmó que las cancelaciones fueron generalizadas y sin previo aviso. Para él, esta jugada “obliga a los proveedores a renegociar en condiciones desventajosas o vender con márgenes reducidos en otros mercados”.

Ganadores y perdedores del modelo “importación directa”
La modalidad de “pedidos de importación directa”, donde Amazon compra al por mayor y asume el rol de importador, le ha permitido a la compañía reducir costos y optimizar su logística. Pero con el nuevo escenario arancelario, la misma estructura se ha convertido en un punto débil. Para minimizar su exposición, Amazon ha decidido simplemente cancelar.
Esta acción afecta directamente a cerca del 40% de los productos vendidos en su sitio web, que son comprados directamente a fabricantes. El otro 60%, vendido por comerciantes independientes, sigue activo, pero también bajo el peso de las nuevas tarifas.
Un mercado tembloroso y una estrategia fría
Los efectos no tardaron en llegar a los mercados: las acciones de Amazon han caído un 21% en lo que va del año, y firmas como Robert W. Baird & Co. ya han ajustado a la baja sus previsiones de ingresos para 2025, citando los impactos de los aranceles de Trump.
Mientras tanto, del otro lado del océano, cientos de proveedores observan con preocupación cómo el gigante del comercio electrónico puede deshacer años de relación comercial con un clic y un silencio.
Redacción: Anghelo Basauri Escudero