En el corazón de Jesús María se encuentra un rincón que celebra la esencia de Italia a través de cada bocado: una pizzería que ha logrado combinar tradición y modernidad en un espacio acogedor que invita a compartir. Fundada por Fiorella Watanabe como un sueño familiar, este lugar nació de la pasión por traer la auténtica pizza italiana al distrito, un sueño que con el tiempo se ha transformado en un referente gastronómico para los amantes de la buena comida.

El compromiso con la autenticidad es el pilar de esta propuesta culinaria. Desde los inicios, se ha mantenido un profundo respeto por las técnicas tradicionales italianas, honrando recetas que han viajado de generación en generación. Cada detalle está cuidadosamente pensado: desde la selección de los ingredientes, como la harina especial, la salsa de tomate preparada con una receta propia y la mozarella de calidad superior, hasta el minucioso proceso de preparación que asegura un sabor que transporta directamente a las calles de Nápoles o Roma. Este compromiso con la calidad se ve reforzado por alianzas con proveedores italianos que comparten la misma pasión por la excelencia.


Sin embargo, mantener viva la tradición en un mundo en constante cambio no está exento de desafíos. Encontrar el equilibrio entre respetar las recetas clásicas y adaptarse a los gustos contemporáneos ha sido uno de los mayores retos. Este equilibrio se alcanza gracias a una escucha atenta a los clientes y un enfoque cuidadoso en la innovación que no comprometa la esencia del lugar. Así, el menú combina platos tradicionales con opciones que invitan a explorar nuevos sabores, sin perder de vista lo que hace único a este espacio.


Desde su inicio como un pequeño local, este sueño se ha fortalecido gracias al apoyo de sus clientes, quienes han sido parte fundamental de su evolución. Cada rincón del restaurante, cada plato servido, refleja el amor y la pasión que inspiraron su creación. Aquí, no se trata solo de pizza; se trata de momentos, de historias y de un pedacito de Italia compartido con cada visitante.