La historia de Boba Time comienza como una charla casual entre Michelle y Sebastian mientras disfrutaban de un bubble tea en el auto. Lo que inició como un sueño compartido se transformó en una realidad impulsada por la pasión de Michelle por las cafeterías y el deseo de emprender de su pareja. La idea de crear su propio negocio de tés tomó forma entre risas y lluvia de ideas, culminando en el nombre perfecto: «Boba Time». Su simplicidad y encanto reflejan la esencia de la marca.

El impulso final llegó durante una cena familiar, donde los padres de la pareja ofrecieron el apoyo y motivación necesarios para convertir el sueño en una meta alcanzable. Aunque inicialmente pensaron en enfocarse en ventas online y delivery, su participación en un evento de amigos marcó un punto de inflexión. Con una carpa y un par de mesas, descubrieron la entusiasta acogida del público, que no solo agotó sus productos, sino que regresó por más. Este evento los inspiró a explorar el mundo de las ferias y a perfeccionar su logística para satisfacer la creciente demanda.

El camino no estuvo exento de retos. Desde comenzar en ferias pequeñas hasta llegar a eventos de mayor envergadura, el emprendimiento ha aprendido valiosas lecciones. Al principio, la logística era un reto, con un auto repleto de implementos y frecuentes faltantes de insumos debido a la alta demanda inesperada. Hoy, la experiencia ha mejorado su organización, permitiéndoles operar con eficiencia y agilidad.

Lo que distingue a esta iniciativa es su compromiso con la calidad y la creatividad. Cada bubble tea es preparado al momento con ingredientes de primera, ofreciendo sabores únicos como maracumango y frutos rojos, junto con generosas porciones de tapioca o boba. Adicionalmente, la marca también se destaca por la innovación en sus combinaciones de sabores, creando opciones originales que sorprenden a sus clientes. Todo esto se complementa con un branding amigable y atractivo que refleja la filosofía cercana y accesible del emprendimiento.

Confiados en el potencial del mercado de bubble tea, Michelle y Sebastian visualizan un futuro donde esta bebida se vuelva parte del día a día, tan común como un café o una pizza. Este sueño incluye la expansión de su alcance y la apertura de su primer local físico, un objetivo que esperan lograr antes del cierre de 2025. Para ello, están trabajando arduamente en nuevos proyectos y estrategias que les permitan consolidar su presencia en el mercado.

Desde sus humildes inicios en ferias hasta la construcción de un plan ambicioso para el futuro, esta pareja ha demostrado que la pasión, la creatividad y la perseverancia pueden convertir una idea casual en una experiencia que conquista corazones y paladares. Cada paso que dan está lleno de aprendizajes y crecimiento, asegurando que cada bubble tea sea más que una bebida: un momento inolvidable.

Redacción: Nataly Vásquez Zelaya