En el corazón de Máncora, una pequeña pero vibrante localidad costera, Jorge Cubas ha dado vida a una idea que mezcla pasión, café y comunidad: Café de Barrio. Este proyecto, nacido de la experiencia y amor de Jorge por el café, trasciende la típica cafetería para convertirse en un punto de encuentro que celebra tanto la tradición peruana como el arte de compartir momentos.
Lo que empezó como un carrito de café en Chiclayo —un “coffee truck” de un metro cuadrado diseñado para recorrer las calles— pronto evolucionó hacia algo más grande. Después de pasar por Piura y Órganos, Jorge y su equipo decidieron que Máncora sería el lugar ideal para crear un espacio físico, uno que combinara la esencia relajada del norte con una propuesta culinaria que enaltece el café de especialidad.

En Café de Barrio, cada taza cuenta una historia. Los granos, cuidadosamente seleccionados de regiones como San Ignacio en Cajamarca y la selva central, pasan por un proceso meticuloso que garantiza calidad en cada sorbo. Pero este lugar no se limita al café: el menú también incluye bebidas frías, frappés, jugos, galletas, panes y opciones saladas como el sándwich criollo, que se ha convertido en un favorito entre los visitantes.
Para Jorge, el café es mucho más que una bebida; es un ritual. “Cada preparación debe ser perfecta, un momento especial que el cliente pueda disfrutar y recordar”, dice. Su compromiso con la excelencia no solo se refleja en los productos que ofrece, sino también en el ambiente que ha creado. Decorado con murales del artista chiclayano Perro Mochi, el espacio irradia creatividad y calidez, invitando a locales y turistas a quedarse, conversar y reconectar.


En poco más de un mes desde su apertura, Café de Barrio ha logrado posicionarse como un lugar imprescindible en Máncora. Con precios accesibles y promociones como el 2×1 los martes, Jorge busca que su café sea un espacio inclusivo, donde cualquier persona pueda disfrutar de la experiencia de un buen café acompañado de un ambiente acogedor.
Café de Barrio no es solo un lugar para tomar café, es una invitación a descubrir lo que el norte de Perú tiene para ofrecer: sabor, comunidad y autenticidad. Si estás en Máncora, este rincón lleno de vida y café peruano te está esperando.
Redacción: Sebastián Lozada