Ubicado en el corazón del balneario de Punta Hermosa, Casa Palma no es un restaurante más. Este espacio, dirigido por el chef y empresario Raúl Modenesi, se ha convertido en un punto de referencia para los amantes de la buena cocina, gracias a su enfoque en ingredientes de primera calidad y un equilibrio de sabores que busca encantar a cada visitante. En esta entrevista exclusiva con Diario Central, Modenesi nos llevó tras bambalinas para conocer la historia, la filosofía y los sabores que hacen de Casa Palma una experiencia inolvidable.

El legado de un sibarita
Raúl Modenesi atribuye gran parte de su éxito a las enseñanzas de su padre, un reconocido sibarita que marcó su visión culinaria. “Mi padre siempre buscaba el balance perfecto en un bocado de comida. Como chef, aprendí de él a no dejarme llevar por mis preferencias personales, sino a enfocarme en un sabor universal”, recuerda. Esa exigencia por encontrar el equilibrio en cada plato lo llevó a perfeccionar una cocina que trasciende los gustos particulares, uniendo elementos tradicionales y toques modernos que agradan a todo tipo de comensales.
El chef también nos compartió cómo su formación en Le Cordon Bleu y su experiencia en el icónico Maxim’s de París moldearon su perspectiva. Desde entonces, su objetivo ha sido combinar técnicas francesas con ingredientes locales, llevando el sabor gourmet a nuevas alturas. “Cuando abrimos el restaurante Costa Verde, trajimos la experiencia del Maxim’s a Lima. Esa misma pasión por la alta cocina la trasladé a Casa Palma”, comenta con orgullo.
Una carta para todos los gustos
El menú de Casa Palma es una fusión que equilibra lo mejor de la cocina mediterránea, criolla y francesa. Modenesi explicó que, aunque la especialidad del restaurante son los pescados y mariscos frescos, la carta también incluye opciones para quienes buscan algo diferente. “No podía limitarme solo a mariscos. Pensé en el niño que quiere una hamburguesa, en la hija que prefiere una pizza o en el turista que anhela un buen sudado. En Casa Palma todos encuentran algo que disfrutar”, detalla.
Entre los platos más emblemáticos se encuentran aquellos que remiten a los recuerdos del icónico Costa Verde, un restaurante que marcó una época. Modenesi decidió incluir recetas clásicas, como pastas rellenas con pulpa de cangrejo o zapallo loche, y salsas elaboradas con procesos minuciosos. “La salsa pomodoro, por ejemplo, la horneamos durante 24 horas para concentrar los sabores y resaltar los azúcares naturales del tomate. Es un trabajo artesanal que marca la diferencia”, detalla el chef.

La búsqueda del sabor perfecto
Para Modenesi, la calidad y la coherencia son innegociables. Cada plato que sale de la cocina pasa por un riguroso control. “El sabor no se logra solo con una receta. Hay que probar constantemente y ajustar según la frescura de los ingredientes”, explica. Este compromiso se extiende desde la selección de los insumos –transportados siempre bajo estrictas normas de cadena de frío– hasta la supervisión diaria de cada preparación.
El chef destaca que incluso salsas consideradas “universales”, como la tártara, se elaboran con una precisión casi quirúrgica. “No basta con seguir la receta. Hay detalles, como exprimir el perejil para evitar que libere agua, que marcan la diferencia entre una buena salsa y una excelente”, puntualiza.
Innovación con raíces
Aunque Casa Palma rinde homenaje a tradiciones culinarias, también se atreve a innovar. Modenesi destaca platos como los linguini al limone, donde la combinación de crema, limón y queso pecorino italiano crea una explosión de sabores. “Es un riesgo que vale la pena. Cada elemento está pensado para sorprender al comensal”, asegura.
El menú también refleja su pasión por los detalles. Desde el uso de salvia para resaltar el sabor del zapallo loche hasta la incorporación de mariscos frescos en sus pastas, cada ingrediente es cuidadosamente seleccionado y preparado para ofrecer una experiencia única.

El compromiso con la excelencia
Más allá de la cocina, Casa Palma busca ofrecer una experiencia completa. El ambiente cálido, iluminado a media luz, y una selección de vinos que complementa perfectamente la comida son parte del encanto del lugar. “Queremos que cada cliente se sienta como en casa, pero con un toque de sofisticación”, afirma Modenesi.
El chef también enfatiza la importancia de formar un equipo comprometido con la excelencia. Desde el ensaladero hasta el encargado de salsas, todos son capacitados para entender que cada detalle cuenta. “La experiencia no solo está en el plato, sino en el servicio, en la atmósfera, en cada interacción con el cliente”, concluye.
Un destino gastronómico imprescindible
Casa Palma no solo es un restaurante, sino un homenaje a la pasión por la cocina, la tradición familiar y el afán por innovar. En cada plato se refleja la dedicación de Raúl Modenesi y su equipo, quienes trabajan día a día para ofrecer una experiencia gastronómica inolvidable.
Si buscas sabores que despierten los sentidos y un ambiente que combine calidez y elegancia, este rincón de Punta Hermosa es una parada obligatoria. Casa Palma no solo reinterpreta la cocina tradicional, sino que la eleva a una expresión de arte culinario.