Ubicado en el corazón del balneario de Punta Hermosa, el Hotel Casabarco no es solo un lugar para hospedarse, sino una experiencia en sí misma. Con más de treinta años de historia, este hotel boutique se ha consolidado como un referente que combina arte, comodidad y tranquilidad. Fundado a inicios de los años noventa, el proyecto nació de la pasión por el arte y el deseo de crear un espacio único que conectara con el entorno.

Una historia con cimientos artísticos

El origen de Casabarco está profundamente vinculado a la escena cultural de Lima y Punta Hermosa. Durante los primeros años, el movimiento «Arte Actual» organizaba performances en las playas del balneario, lo que llevó a sus creadores a imaginar un espacio que reflejara esa creatividad. La adquisición de la propiedad que hoy alberga el hotel fue el primer paso. En ese entonces, el edificio era una antigua casa militar casi en ruinas, conocida popularmente como la «Casa Barco» debido a una peculiar estructura en forma de embarcación construida en su techo.

Inicialmente concebido como un hospedaje para mochileros y artistas, el lugar evolucionó con el tiempo para responder a las crecientes demandas de los huéspedes. Con el pasar de los años, se transformó en un espacio moderno y sofisticado, manteniendo siempre su esencia creativa y acogedora. Hoy, Casabarco cuenta con veintitrés habitaciones completamente equipadas y un diseño que combina la funcionalidad con un estilo único.

Arte en cada rincón

Uno de los aspectos más destacados del hotel es su compromiso con el arte. Cada habitación y espacio común está decorado con obras originales, desde pinturas hasta esculturas. La artista Teresa Carvallo, conocida por sus piezas en cerámica y objetos funcionales, es una de las principales exponentes cuyas creaciones adornan el lugar. Junto a obras de otros artistas plásticos, estas piezas convierten al hotel en una galería viva donde cada rincón invita a la contemplación.

Comodidad y servicios de primera

Casabarco no solo destaca por su propuesta artística, sino también por la calidad de sus instalaciones. Todas las habitaciones están equipadas con aire acondicionado, televisores inteligentes y sistemas de agua con presión constante. Además, el hotel ofrece conexión a internet de alta velocidad, seguridad con cámaras y un entorno tranquilo que lo diferencia de otras opciones en Punta Hermosa. La presencia de jardines bien cuidados y una atmósfera serena completan la experiencia.

Un balneario que evoluciona

A lo largo de las décadas, Punta Hermosa ha crecido como destino turístico y residencial. Aunque la pandemia atrajo a muchas personas al balneario, muchas de ellas regresaron a Lima posteriormente. Sin embargo, la tendencia de largo plazo apunta a un aumento de residentes permanentes, lo que ha impulsado la apertura de nuevos servicios y comercios, como malls y restaurantes. Esta evolución ha convertido al distrito en un lugar más atractivo y cómodo para vivir o visitar.

Un refugio para todos

Aunque el hotel tiene mayor ocupación durante el verano, Casabarco está abierto todo el año. Su ubicación estratégica lo convierte en una opción ideal no solo para turistas, sino también para clientes corporativos que trabajan en las cercanías de Lurín o Mala. La posibilidad de evitar el tráfico limeño y disfrutar de un entorno relajado es uno de los grandes atractivos para quienes buscan combinar trabajo y descanso.

Mirando hacia el futuro

Aunque el enfoque actual del hotel es fortalecer lo ya construido, Casabarco también cuenta con un «hermano» en el norte del país, en Máncora. Este segundo hotel sigue el mismo concepto de integración entre arte, naturaleza y comodidad. Si bien no hay planes inmediatos de expansión, el legado y el modelo del hotel podrían inspirar futuras iniciativas en manos de las nuevas generaciones.

Una experiencia inolvidable

Casabarco no es solo un lugar para hospedarse; es un destino donde el arte, la tranquilidad y la hospitalidad se combinan para ofrecer una experiencia única. Con más de tres décadas de historia, este refugio en Punta Hermosa sigue siendo un emblema del balneario, invitando a todos a descubrir un rincón donde la creatividad y el descanso se encuentran. Si buscas escapar del bullicio de Lima y sumergirte en un ambiente único, este hotel boutique te espera con las puertas abiertas.