El resultado de la perseverancia, la creatividad y el deseo de superar los retos, Dulcearte es una joven marca fundada por Izzavho Benites Matallana y Eduardo López Sequera, nacida en un momento difícil para sus creadores. Motivados por su amor por la gastronomía y su espíritu emprendedor, decidieron apostar por los postres cuchareables, una tendencia que les permitió destacarse en el competitivo mundo de la repostería.

La chispa inicial surgió durante una cena entre ambos, cuando enfrentaban una mala racha económica. Inspirados por postres visualmente atractivos y modernos, como los de Alessandra Penny, optaron por desarrollar un producto único, llamativo y con un sabor excepcional. Aunque la decisión no fue fácil, la idea de crear postres dulces y accesibles, como los que hoy ofrece Dulcearte, resultó ser la opción más acertada.
El camino no estuvo exento de desafíos. Uno de los primeros retos fue crear un sabor que se convirtiera en su sello distintivo. Un error al intentar hacer un pie de limón tradicional dio origen al «Crocante de Limón», un postre innovador que combina un equilibrio perfecto entre lo dulce y lo ácido, con una textura crujiente que conquistó a sus primeros clientes. Otro desafío importante fue darse a conocer. Para lograrlo, salieron a la calle, tocaron puertas y ofrecieron sus productos directamente, estableciendo una conexión genuina con el público.
Lo que distingue a Dulcearte es su compromiso con la calidad y la naturalidad. Todos sus postres son elaborados artesanalmente, sin colorantes ni conservantes, utilizando ingredientes frescos, en muchos casos orgánicos. Este enfoque no solo garantiza sabores auténticos, sino que también refleja los valores fundamentales de la marca.
Entre las especialidades que ofrece esta propuesta destaca la marquesa, un postre frío y ligero que se distingue por su frescura y suavidad. A diferencia de otros postres cuchareables, que suelen ser densos o empalagosos, las creaciones de Dulcearte son más livianas, adecuadas para todo tipo de público, incluidos adultos mayores que prefieren opciones más fáciles de consumir.


El futuro de Dulcearte está lleno de proyectos y metas claras. Con la tendencia en alza de los postres cuchareables, Izzavho y Eduardo se concentran en fortalecer su presencia en redes sociales, participar en ferias y eventos, y expandirse a puntos de venta más grandes y reconocidos. Además, tienen planes para seguir innovando con nuevos sabores que mantengan a sus clientes emocionados y sigan consolidando la marca como una propuesta fresca y accesible.
El motor de su crecimiento no está solo en la calidad de los productos, sino en la pasión que impregnan en cada detalle y en la satisfacción de ver cómo sus postres alegran a quienes los prueban. Dulcearte es mucho más que una marca de postres; es un claro ejemplo de cómo la constancia, la dedicación y el amor por lo que haces pueden convertir un sueño en una dulce realidad.
Redacción: Sebastián Lozada