La noticia corrió como corriente eléctrica por los pasillos de la escena gamer latinoamericana: Lima será la sede de los Juegos Mundiales de Esports en 2025. Un hito sin precedentes que no sólo pondrá a Perú en los ojos del planeta digital, sino que traerá consigo una avalancha de inversión, turismo y transformación tecnológica.
El Perú gamer entra en escena
Por primera vez en la historia, América del Sur será el escenario de uno de los eventos más esperados del universo gamer global: los Juegos Mundiales de Esports 2025, organizados por la Global Esports Federation (GEF). La sede elegida ha sido Lima, una capital en constante efervescencia tecnológica que, en pocos años, ha pasado de ser consumidora pasiva de contenido digital a convertirse en protagonista del crecimiento regional de los deportes electrónicos.
A este megaevento se suma la confirmación del Global Esports Tour Lima, un circuito internacional que se disputará en paralelo y que reunirá a más de 100 jugadores profesionales provenientes de los cinco continentes. Según la GEF, el anuncio marca el inicio de una nueva era para la región, con Perú como nodo estratégico para el desarrollo de la industria digital.
“Lima tiene todo lo que buscamos: pasión gamer, infraestructura en crecimiento y una ubicación geopolítica ideal”, declaró Paul J. Foster, CEO de la Global Esports Federation, durante el anuncio oficial. Y no exageraba.

Una oportunidad de oro para la economía nacional
Más allá del espectáculo, la llegada de los Juegos Mundiales de Esports representa una inyección directa de capital en diversos sectores de la economía peruana. Se estima que el evento generará decenas de millones de dólares en ingresos por concepto de turismo, servicios, patrocinio y difusión digital.
Empresas hoteleras ya reportan reservas anticipadas, mientras que agencias de viajes, restaurantes, operadores de telecomunicaciones y firmas tecnológicas alistan paquetes especiales para el llamado “turismo gamer”. Solo el Global Esports Tour movilizará a cientos de delegaciones, prensa especializada, técnicos y miles de aficionados que convertirán a Lima en un hervidero durante los días del torneo.
El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) ha proyectado que este evento podría atraer entre 50.000 y 80.000 visitantes directos e indirectos, generando alrededor de 5.000 empleos temporales y fomentando el crecimiento del sector de servicios en las principales ciudades del país.
Turismo y posicionamiento global
Este evento no solo atraerá visitantes, sino que ofrecerá al Perú una vitrina inmejorable. Las transmisiones en vivo de las competencias —que alcanzan audiencias de hasta 100 millones de espectadores— incluirán clips de atractivos turísticos peruanos, gastronomía, cultura y patrimonio, en una apuesta clara por posicionar al país no sólo como sede deportiva, sino como destino integral de experiencia digital y cultural.
La narrativa que acompañará el evento será cuidadosamente diseñada para mostrar a Perú como un país moderno, tecnológicamente conectado y capaz de albergar eventos de talla mundial. En ese sentido, los Juegos Mundiales de Esports 2025 no solo son una competencia: son una campaña de imagen país a escala global.

Infraestructura digital y salto tecnológico
La organización de un evento de esta magnitud exige estándares de conectividad, logística y tecnología que implicarán una aceleración sin precedentes de la infraestructura digital nacional. Se prevé la instalación de nuevos centros de datos, ampliación de redes de fibra óptica, mejora en los ancho de banda de transmisión y una modernización de los recintos deportivos, reconvertidos en arenas digitales multifuncionales.
Estas mejoras beneficiarán a largo plazo no solo al sector gamer, sino a toda la economía digital del país, posicionando al Perú como polo atractivo para startups tecnológicas, inversiones en telecomunicaciones, educación virtual y más.
Formación, empleo y ecosistema
El impacto no se reduce al corto plazo. La llegada de los Juegos también dinamiza el ecosistema local. Universidades e institutos tecnológicos han empezado a diseñar programas vinculados a la gestión de eventos digitales, producción de streaming, desarrollo de videojuegos, realidad aumentada y marketing de eSports, promoviendo la formación de una nueva generación de profesionales digitales.
Los jóvenes peruanos no solo serán espectadores. Serán actores de un ecosistema en expansión que conecta creatividad, estrategia, tecnología y comunidad. En otras palabras, el Perú dejará de ser solo consumidor para convertirse en productor de cultura digital.
Un paso hacia el futuro
A puertas de recibir a los titanes del gaming mundial, Lima se prepara no solo para un espectáculo de luces, pantallas y estrategias virtuales. Se prepara para mostrar al mundo una nueva cara del Perú: innovador, conectado, vibrante y lleno de posibilidades.
Lo que se jugará en 2025 va más allá de la gloria competitiva. Se jugará el prestigio de una nación que quiere ocupar un lugar en el tablero global de la economía digital. Y todo indica que está listo para hacerlo.