En lo profundo de la Cordillera de los Andes, en la provincia de San Juan, un yacimiento sin precedentes ha sido descubierto por las gigantes Lundin Mining y BHP. Se trata del mayor proyecto greenfield de cobre, oro y plata de las últimas tres décadas, una noticia que posiciona a Argentina como un nuevo actor clave en el mapa mundial de los minerales críticos.
Un hallazgo que sacude la geopolítica minera
La cordillera argentina, silenciosa y majestuosa, guarda entre sus entrañas un tesoro de proporciones colosales. En el distrito de Vicuña, ubicado en la provincia de San Juan y cercano a la frontera con Chile, las multinacionales Lundin Mining y BHP han revelado un descubrimiento que podría cambiar el curso económico y comercial de la región: una reserva estimada en 13 millones de toneladas de cobre, 32 millones de onzas de oro y 659 millones de onzas de plata.
Este hallazgo no solo es el mayor proyecto greenfield de los últimos 30 años, sino también una puerta abierta al futuro de la transición energética global. En tiempos en que el cobre se cotiza como mineral estratégico por su uso en tecnologías limpias, la Argentina aparece en el centro de una disputa geoeconómica por el control de recursos críticos.
Una ventana al futuro energético
Las reservas detectadas superan ampliamente las expectativas previas. El cobre, esencial para redes eléctricas, autos eléctricos y energías renovables, se convierte en el protagonista de esta nueva fiebre de los minerales. En un mundo que avanza hacia la descarbonización, contar con una fuente confiable y abundante del llamado “metal del futuro” es una ventaja geopolítica indiscutible.
Argentina, históricamente más reconocida por su producción agrícola y gasífera, suma ahora un nuevo capítulo a su matriz productiva con este descubrimiento andino. El país se posiciona como un actor emergente en el mercado de minerales críticos, un espacio dominado hasta ahora por gigantes como Chile, Perú o Australia.

San Juan: nuevo nodo estratégico en el mapa global
La provincia de San Juan, con tradición minera pero limitada proyección internacional, se consolida con este proyecto como un polo de desarrollo e inversión en América Latina. La magnitud del yacimiento y la experiencia técnica de las empresas involucradas auguran una transformación estructural para la región: más empleo, infraestructura, y divisas para el país.
Según analistas del sector, este tipo de descubrimientos no solo impulsan las exportaciones, sino que también fomentan el desarrollo de cadenas de valor locales y acuerdos de cooperación internacional, especialmente en un contexto en el que las grandes potencias buscan asegurar el abastecimiento de materiales para la transición energética.
Una apuesta de alto impacto para el comercio mundial
El nuevo yacimiento reactiva el interés de los mercados internacionales por la riqueza geológica argentina. El hecho de que dos de las mayores compañías mineras del mundo —Lundin Mining y BHP— lideren el desarrollo del proyecto, añade un sello de seriedad, capacidad operativa y atracción de capitales internacionales.
Mientras tanto, desde la órbita diplomática y comercial, ya se vislumbran oportunidades para alianzas estratégicas con Europa, China y Estados Unidos, todos ellos necesitados de insumos minerales para sus industrias tecnológicas y energéticas.

El desafío: minería responsable en un ecosistema frágil
No obstante, el proyecto también despierta interrogantes ambientales y sociales. ¿Cómo equilibrar el aprovechamiento de estos recursos con la preservación del ecosistema andino? ¿Qué beneficios concretos quedarán en las comunidades locales? Son preguntas clave que deberán responder tanto el sector público como el privado para que este hallazgo no solo sea rentable, sino sostenible.
Conclusión:
El hallazgo en San Juan no es solo una oportunidad económica: es una señal de cambio en el tablero global de los recursos naturales. Con una combinación de riqueza mineral, ubicación estratégica y demanda internacional, Argentina tiene en sus manos una pieza central del futuro energético mundial. La pregunta ya no es si podrá extraer estos minerales, sino cómo gestionará esta oportunidad histórica.
Redacción: Anghelo Basauri Escudero