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La Ruta del Café: Viajando por los valles cafetaleros de la selva peruana

Perú no solo es reconocido mundialmente por su gastronomía, sino también por su café, considerado uno de los mejores del mundo. En las regiones de la selva peruana, los valles cafetaleros son el hogar de un café de altura, cultivado en condiciones únicas que le dan un sabor distintivo, afrutado y suave. Recorrer la Ruta del Café es una experiencia sensorial que combina la historia, la cultura y el sabor en cada taza, mientras se exploran los valles cafetaleros más emblemáticos del país, como Chanchamayo, Quillabamba y Jaén. Aquí te invitamos a descubrir algunos de los destinos más destacados de esta ruta.

Chanchamayo: El corazón cafetalero de la selva central

Ubicada en la región de Junín, Chanchamayo es uno de los destinos más reconocidos de la selva peruana y una de las principales zonas productoras de café. Este valle, conocido como la «Jardín de los Andes», tiene un clima cálido y húmedo ideal para el cultivo de café de alta calidad. Los turistas que visitan Chanchamayo no solo pueden disfrutar de sus paisajes verdes, sino también conocer de cerca el proceso de producción del café.

Una de las haciendas más recomendadas es la Hacienda la Flor, una finca cafetera ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de La Merced. En este lugar, los visitantes pueden realizar un recorrido guiado por los cafetales, aprender sobre las variedades de café cultivadas en la zona y participar en una degustación de café fresco, donde se pueden apreciar las distintas notas de sabor que caracterizan a los granos de la región.

Además de su cultura cafetera, Chanchamayo ofrece una variedad de actividades al aire libre, como senderismo, visitas a cataratas como la Catarata de Bayoz, y paseos por el Santuario Histórico de Chanchamayo, un espacio protegido que alberga una rica biodiversidad.

Quillabamba: El café de la región de la tierra caliente

En la región de Cusco, Quillabamba, ubicada en el Valle de La Convención, es otro de los puntos clave de la Ruta del Café. Esta zona, también conocida por su producción de cacao y frutas tropicales, es el lugar donde se cultivan algunos de los cafés más exquisitos del Perú. Quillabamba, por su clima cálido y húmedo, es ideal para el cultivo de variedades de café como el arábica, que es reconocido por su sabor suave y afrutado.

Una de las haciendas más populares para quienes desean adentrarse en el mundo del café es la Hacienda San Luis, una finca cafetera que ofrece recorridos educativos sobre el proceso de producción del café, desde la siembra hasta la cosecha. Los turistas pueden participar en talleres de tostado, aprender sobre la importancia del proceso de molienda y, por supuesto, disfrutar de una deliciosa taza de café mientras contemplan el paisaje tropical que rodea la zona.

Quillabamba también es famosa por su rica gastronomía, por lo que no puedes dejar de probar los platos tradicionales de la región, acompañados de una taza de café local. La ciudad es el punto de partida ideal para quienes desean explorar más sobre la cultura cafetera y disfrutar de las maravillas naturales del Valle de La Convención.

Jaén: Un destino emergente para los amantes del café

En el norte del Perú, en la región de Cajamarca, se encuentra Jaén, una ciudad que está ganando popularidad entre los turistas y expertos del café por su producción de granos de alta calidad. Jaén forma parte de la Ruta del Café gracias a su ubicación en las tierras altas de la selva, donde el café se cultiva a más de 1,500 metros sobre el nivel del mar.

Jaén es famosa por su café orgánico, producido en fincas que siguen métodos de cultivo sostenibles, lo que garantiza una taza de café de sabor único. En este destino, las haciendas como La Primavera ofrecen visitas guiadas en las que los turistas pueden conocer todo el proceso de producción del café, desde el cultivo hasta el secado de los granos. La experiencia incluye una degustación de café, donde se pueden identificar las notas afrutadas y florales que caracterizan a los cafés de Jaén.

Además de su excelente café, Jaén es una excelente base para quienes buscan adentrarse en la selva norteña, con destinos naturales como el Parque Nacional de Tabaconas-Namballe, un santuario natural con una gran diversidad de flora y fauna.

Actividades culturales y gastronómicas a lo largo de la Ruta del Café

A lo largo de la Ruta del Café, los turistas no solo pueden aprender sobre la producción del café, sino también disfrutar de diversas actividades culturales y gastronómicas. Muchas de las haciendas ofrecen talleres de arte en los que los visitantes pueden aprender a realizar trabajos en cerámica o textiles, actividades que reflejan la riqueza cultural de las comunidades cafetaleras.

En cuanto a la gastronomía, los cafés de la región suelen ser acompañados de deliciosos platos típicos de cada zona. En Chanchamayo, puedes disfrutar de un juane (arroz con pollo envuelto en hojas de plátano) acompañado de una taza de café; en Quillabamba, no te pierdas el pachamanca (plato de carne cocido en un horno de tierra) con un café de la región; y en Jaén, un buen cau cau (plato a base de mondongo y papas) acompañado de una bebida de café bien fuerte.

Recomendaciones para disfrutar de la Ruta del Café

  1. Mejor época para viajar: La mejor temporada para visitar las regiones cafetaleras de Perú es durante la temporada seca, que va de mayo a octubre. El clima es más favorable para recorrer las haciendas y disfrutar de las actividades al aire libre.
  2. Ropa adecuada: Lleva ropa ligera y cómoda para las caminatas en la selva, pero no olvides llevar una chaqueta ligera para las noches frescas en las zonas altas.
  3. Respeto por las comunidades locales: Asegúrate de ser respetuoso con las costumbres y tradiciones de las comunidades cafetaleras. Participa activamente en las actividades ofrecidas por las haciendas y aprende sobre los métodos de cultivo sostenible.

Redacción: José Francisco Rubio