La creciente presencia de potencias como China, Corea del Sur y Rusia en Perú está transformando el panorama geopolítico y económico de América Latina. Estas naciones están invirtiendo en sectores clave como infraestructura, minería y defensa, desafiando la influencia histórica de Estados Unidos en la región.
China y el Puerto de Chancay: una puerta al Pacífico
El Puerto de Chancay, desarrollado por COSCO Shipping Ports con una inversión de aproximadamente $3.5 mil millones, se ha convertido en un nodo logístico clave en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. Este megaproyecto permite la recepción de buques de gran calado y establece una ruta marítima directa entre China y Perú, reduciendo los tiempos de transporte y costos logísticos en un 20%. Sin embargo, la exclusividad operativa otorgada a COSCO y la posibilidad de un uso dual, comercial y militar, han generado preocupaciones en EE.UU. sobre la creciente presencia china en la región.

Corea del Sur y la minería verde: Hyundai en busca de recursos críticos
Hyundai ha firmado acuerdos en América Latina para asegurar el suministro de recursos críticos como litio, cobre y tierras raras, esenciales para la producción de vehículos eléctricos y tecnología avanzada. Estos convenios también incluyen la construcción de infraestructura verde e industrial, integrando a América Latina a las cadenas de suministro asiáticas y modificando los equilibrios geoeconómicos.
Rusia y la influencia en defensa: mantenimiento de helicópteros Mi-17
Rusia ha fortalecido su influencia en la región mediante la instalación y operación de centros de mantenimiento de helicópteros militares y civiles, aprovechando la flota existente de Mi-17 en países como Perú. Esta iniciativa no solo consolida su presencia técnica y militar, sino que también amplía su red de inteligencia logística y establece relaciones a largo plazo con las fuerzas armadas locales.

Consecuencias geopolíticas y económicas
- Multipolaridad creciente: América Latina ya no es unipolar. Corea del Sur, Rusia y China compiten abiertamente con EE.UU. en lo económico, tecnológico y militar.
- Mayor autonomía relativa: Algunos gobiernos ven en esta diversidad de alianzas una oportunidad para negociar en mejores términos y reducir su dependencia de Washington.
- Riesgos de alineamientos cruzados: La coexistencia de actores con agendas rivales podría generar tensiones internas o presiones externas sobre los países anfitriones.
- Dependencias tecnológicas nuevas: Ya sea en minería avanzada (Hyundai), defensa (Rusia) o infraestructura portuaria (China), estas alianzas pueden derivar en nuevas formas de subordinación si no se regulan adecuadamente.
¿Perderá EE.UU. su hegemonía en Perú?
La región está dejando de ser un “patio trasero” para convertirse en un escenario estratégico global. La entrada de Hyundai con megaconvenios, la consolidación rusa a través del sector aeronáutico y la inversión china en el Puerto de Chancay marcan una nueva etapa: la competencia por América Latina está en pleno auge, y la capacidad de los gobiernos para negociar soberanamente y estratégicamente, sin perder los vínculos con EE.UU., definirá si esto se traduce en desarrollo o dependencia renovada.