En el corazón de Máncora, donde las olas se encuentran con el horizonte y el atardecer tiñe el cielo de tonos cálidos, se erige el Sunset Ristorante. Este restaurante, con más de tres décadas de historia, combina la riqueza de la gastronomía italiana y peruana, ofreciendo una experiencia única que trasciende lo culinario para envolver todos los sentidos.

El Sunset comenzó como un espacio exclusivamente italiano, bajo el nombre de Cusina Amore, fundado por el chef Gianluca Luigi Vallero. Su legado permanece intacto en cada receta, desde la elaboración de pastas hasta las técnicas para hornear pizzas. Con el tiempo, se sumaron platos peruanos, creando una dualidad en la carta que deleita a los comensales. Al mediodía, se pueden encontrar los sabores frescos del Perú, mientras que al caer la noche, la tradición italiana toma protagonismo.
Para Gabriela Villareal, jefa de cocina del restaurante, la autenticidad es clave. Su compromiso con las recetas originales de Vallero es inquebrantable: “Respetamos siempre los sabores que él creó, porque son parte de lo que hace especial al Sunset”. Este enfoque se refleja en la atención a los detalles, desde los ingredientes utilizados hasta la técnica en cada preparación.

Lo que hace único al Sunset no es solo su carta. El restaurante trabaja con productos italianos de alta calidad, como vinos, quesos y embutidos importados, garantizando autenticidad en cada plato. Entre los favoritos están los tortelloni di gamberetti alla provenzale, ravioles bañados en tinta de calamar rellenos de langostinos con una salsa provenzal, y los ñoquis a la gorgonzola, preparados con un queso traído directamente desde Italia. Gabriela destaca que estas recetas “siguen al pie de la letra las indicaciones del chef fundador”, preservando así la esencia original del lugar.
Lo que distingue a este restaurante no es solo su carta. El Sunset trabaja con productos italianos de alta calidad, como vinos, quesos y embutidos importados, para garantizar autenticidad en cada plato. Entre los favoritos están los tortelloni di gamberetti alla provenzale, ravioles bañados en tinta de calamar rellenos de langostinos con una salsa provenzal, o los ñoquis a la gorgonzola, preparados con un queso traído directamente desde Italia. Estas delicias son servidas en un entorno diseñado para cautivar, donde la vista al mar, las mesas decoradas con velas y la música suave transforman cada cena en una velada memorable.


El diseño del lugar también refleja el amor por el detalle. Cada rincón lleva la firma artística de José Antonio Ratto Viviani, dueño del restaurante y hotel. Su toque creativo se percibe en las piedras, los cuadros, los faroles y hasta en los aceiteros que adornan las mesas. Esta mezcla de arte y cocina convierte al Sunset en un espacio pintoresco que invita al deleite visual y gustativo.

En la cocina, el equipo trabaja con precisión y dedicación. Los insumos frescos son protagonistas, desde pescados recién capturados hasta mariscos que se preparan diariamente. Gabriela resalta que “tratamos de comprar siempre en pequeñas cantidades para no congelarlas y que todo sea fresco”, asegurando así que cada plato conserve su sabor auténtico y sea una experiencia memorable para los comensales. La producción de pastas se realiza a mano, siguiendo las recetas originales. Cada plato se sirve con la garantía de que sus ingredientes no han pasado por el congelador, asegurando el sabor auténtico de cada preparación.El Sunset Ristorante no es solo un lugar para comer, sino un punto de encuentro entre culturas, arte y gastronomía. Aquí, la tradición italiana se fusiona con la calidez peruana y el encanto del Pacífico, ofreciendo una experiencia que queda grabada en la memoria de quienes lo visitan.
Redacción; Nataly Vásquez Zelaya