Tras años de litigios con el Estado peruano, Telefónica del Perú acogió el Procedimiento Concursal Ordinario (PCO) ante Indecopi para evitar nuevos embargos de SUNAT. La deuda acumulada por controversias tributarias alcanza cifras históricas y pone a la telco en el centro de un proceso sin precedentes en el país.
Una maniobra estratégica para salvar operaciones
Telefónica del Perú, uno de los principales operadores de telecomunicaciones del país, ha dado un giro drástico a su estrategia financiera al acogerse formalmente al Procedimiento Concursal Ordinario (PCO) ante el Indecopi, según lo establece la Resolución N.º 3053-2025/CCO-INDECOPI. Este movimiento se produjo tras una serie de embargos ejecutados por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT), que suman cerca de S/990,2 millones por impagos relacionados con el Impuesto a la Renta de los años fiscales 2000, 2001 y 2009.
Telefónica en números rojos: la embestida fiscal
Las cifras hablan por sí solas: la SUNAT ejecutó tres embargos sucesivos por montos de S/513 millones, S/318 millones y S/157,4 millones, reflejo de una disputa tributaria que lleva años enfrentando a la telco española con el Estado peruano. Si bien Telefónica ha defendido su posición legal durante todo este proceso, el inicio del PCO suspende automáticamente cualquier nuevo embargo, congelando momentáneamente la presión fiscal sobre sus activos.
Del preventivo al ordinario: un cambio de táctica
Inicialmente, Telefónica había iniciado los trámites para acogerse a un Procedimiento Concursal Preventivo (PCP), pero posteriormente desistió y optó por el PCO, un mecanismo más estructurado que implica el reconocimiento de deuda ante los acreedores. Este giro táctico apunta a preservar el patrimonio empresarial, proteger su operación diaria y reorganizar su pasivo bajo supervisión judicial.
Según la propia empresa, el PCO también permitirá consolidar su sostenibilidad financiera, facilitar la modernización tecnológica y continuar la expansión de fibra óptica en el país, un compromiso clave para sus más de 13 millones de clientes.

Una nueva etapa: Telefónica frente a sus acreedores
Con la aprobación oficial del procedimiento, los acreedores tienen ahora 30 días hábiles para registrar sus créditos ante Indecopi y conformar la esperada Junta de Acreedores, donde se definirán las condiciones del futuro plan de reestructuración. Telefónica ha renunciado a los plazos para impugnar la resolución, lo que evidencia su disposición a avanzar en este proceso.
¿El inicio de una tendencia?
La situación de Telefónica del Perú representa un precedente legal y económico en el país: es uno de los casos más notorios en los que una empresa estratégica acude al concurso como vía de salvataje financiero frente a deudas tributarias. Este episodio también pone en relieve el rol creciente del Indecopi como árbitro de conflictos empresariales en contextos de alta presión fiscal.
Conclusión
En tiempos donde el cumplimiento tributario y la transparencia empresarial están en el foco público, el caso Telefónica marca un antes y un después. Si bien el PCO ofrece un respiro temporal, será en la mesa con sus acreedores donde la compañía deberá demostrar si tiene la capacidad de reestructurarse sin comprometer su operatividad ni su reputación. La vigilancia pública y del mercado estará más activa que nunca.
Redacción: Anghelo Basauri Escudero