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Tiki Beach: El Paraíso de los Nómadas Digitales Latinos

En la isla de Koh Phangan, conocida por su ambiente tropical, relajado y su dualidad como destino de fiestas y refugio espiritual, este alojamiento se destaca como un lugar que busca ofrecer algo más que una simple estancia. Joe Fallon, su dueño, ha logrado crear un espacio que atrae a una variada gama de viajeros, incluidos los nómadas digitales, quienes encuentran en este destino un lugar donde la productividad y la diversión se encuentran de manera armónica.

El establecimiento ha evolucionado para adaptarse a las diversas necesidades de los viajeros. Si bien el lugar mantiene la esencia de un ambiente tropical, con una atmósfera relajada y accesible, su oferta no se limita solo a lo turístico. Fallon explica que, si bien no cuentan con un menú específicamente latinoamericano, sí ofrecen una variedad de opciones culinarias que incluyen platos tailandeses, occidentales y saludables, para que todos puedan encontrar algo que se ajuste a sus gustos. Esta propuesta responde a la creciente demanda de opciones equilibradas y saludables entre quienes buscan disfrutar de sus vacaciones sin perder de vista un estilo de vida activo.

Uno de los principales atractivos de este refugio es la posibilidad de equilibrar la diversión con el bienestar. Fallon menciona que el complejo ha incorporado un gimnasio al aire libre, baños de hielo, saunas y una variedad de actividades como noches de trivia y eventos sociales. Además, la isla, históricamente conocida por ser un destino de fiestas y yoga, se está transformando en un espacio más inclusivo, donde los viajeros pueden disfrutar de una experiencia más completa que se extiende más allá de las vacaciones típicas. Ya sea participando en encuentros sociales o disfrutando de actividades deportivas como el pickleball, el hotel se asegura de que todos puedan sentirse parte de una comunidad vibrante.

En cuanto a los nómadas digitales, Joe Fallon ha observado un aumento significativo de viajeros latinoamericanos en la isla. Con una infraestructura adecuada, que incluye espacios de coworking y eventos pensados para este tipo de viajeros, este alojamiento se ha convertido en un refugio para aquellos que buscan un lugar donde puedan trabajar mientras exploran el mundo. Fallon menciona que, además de ofrecer espacios de trabajo, organizan encuentros de nómadas digitales, tanto a nivel local en la isla como global, donde los asistentes pueden compartir ideas, colaborar y apoyarse mutuamente en sus proyectos profesionales.

Esta conexión entre viajeros de diferentes partes del mundo ha sido fundamental en la creación de una comunidad inclusiva y solidaria en Koh Phangan. Los residentes y visitantes del lugar interactúan en eventos organizados por la comunidad, que incluyen reuniones como las de mastermind, donde los participantes pueden colaborar en sus proyectos y carreras. Además, a través de canales como WhatsApp e Instagram, el centro fomenta la interacción constante entre los nómadas digitales, ayudándolos a crear redes de contacto que potencian su crecimiento profesional.

Otro de los factores que podría atraer a más turistas latinoamericanos, especialmente peruanos, es el reciente acuerdo entre los gobiernos de Tailandia y Perú para facilitar el turismo. Según Fallon, este acuerdo es una excelente noticia no solo para los turistas peruanos, sino para la economía tailandesa en general. La extensión de la estadía y las facilidades para los viajeros latinoamericanos permiten que más personas se atrevan a visitar Tailandia y, en consecuencia, exploren destinos como Koh Phangan. En este sentido, el hotel se presenta como un punto de referencia para quienes buscan un lugar accesible, con una excelente oferta de servicios, actividades sociales y un ambiente de trabajo ideal para aquellos que desean hacer de su viaje una experiencia completa.

La propuesta de este centro de acogida es clara: ser un lugar donde los viajeros pueden sentirse cómodos, sin importar su origen. A lo largo de la entrevista, varios visitantes latinoamericanos destacan la calidez de la gente de Tailandia y la sensación de pertenencia que experimentan, algo que no siempre es tan común en otros destinos. Este enfoque inclusivo y amigable ha sido clave en la creación de una experiencia única para los viajeros, donde cada persona, independientemente de su nacionalidad, puede sentirse parte de la comunidad del alojamiento.

Tiki Beach se ha convertido en mucho más que un simple lugar de alojamiento. Es un centro de bienestar, colaboración y comunidad para aquellos que buscan combinar trabajo y placer en uno de los destinos más hermosos de Tailandia. Con su enfoque en la inclusión, el bienestar y la interacción social, este espacio ofrece una experiencia completa que atrae a una amplia gama de viajeros, desde los nómadas digitales latinoamericanos hasta aquellos que buscan desconectar y disfrutar de lo mejor que Koh Phangan tiene para ofrecer.

Redacción: Nataly Vásquez Zelaya

Fotos: Andrea Heysen