Una reserva prospectiva de hasta 3,000 millones de barriles podría convertir al norte del Perú en un eje energético clave en América Latina. El hallazgo despierta optimismo económico, pero también exige mirada crítica sobre su impacto ambiental y social.
Un hallazgo sin precedentes en territorio peruano
El norte del Perú ha sido catapultado al centro del mapa energético mundial tras el anuncio de Condor Energy, empresa australiana que reveló el hallazgo de una reserva prospectiva de hasta 3,000 millones de barriles de petróleo en la cuenca submarina de Tumbes. La evaluación, validada por la consultora estadounidense Netherland, Sewell & Associates Inc. (NSAI), ubica a este yacimiento como uno de los más grandes descubrimientos en Sudamérica durante la última década.
Cinco prospectos, un potencial colosal
La estimación comprende las áreas de prospección* denominadas Bonito, Raya, Salmón, Caballa y Tiburón, siendo Bonito el de mayor potencial con hasta 1,000 millones de barriles. Si bien se trata de reservas prospectivas —aún sin confirmación mediante pozos perforados— los estudios sísmicos y el modelado geológico permiten trazar un escenario de alto impacto para la región y para el país.

*Prospectos son áreas delimitadas donde los datos geológicos indican que hay posibilidades de encontrar hidrocarburos, pero aún no se ha perforado un pozo que lo confirme.
¿Qué significa para Perú?
De confirmarse su viabilidad comercial, Perú duplicaría sus reservas probadas actuales, reduciría su dependencia de las importaciones de combustibles fósiles e inyectaría más de USD 150 mil millones a su economía en las próximas tres décadas. Además, se proyecta la creación de más de 25,000 empleos directos e indirectos, con Tumbes como polo logístico y energético.
Comparativa regional y nueva posición geopolítica
Aunque aún lejos del emblemático campo Tupí de Brasil, este hallazgo coloca al Perú como potencia emergente en el mapa energético latinoamericano, especialmente en el Pacífico Sur, donde no se había registrado un descubrimiento de tal magnitud en tiempos recientes.

Oportunidad, pero también responsabilidad
El entusiasmo energético debe equilibrarse con una reflexión ambiental y social. La zona alberga ecosistemas marinos frágiles y comunidades costeras con tradición pesquera que podrían verse afectadas. Expertos coinciden en la necesidad de una regulación ambiental rigurosa, transparencia en la ejecución de proyectos y un enfoque de desarrollo inclusivo para evitar conflictos y garantizar beneficios sostenibles.
Un giro estratégico para el Perú
El descubrimiento no solo abre una ventana económica, sino que redefine la relación del Perú con su territorio, su mar y sus recursos naturales. Tumbes podría convertirse en una nueva capital energética, pero su consolidación dependerá de cómo se gestione esta oportunidad: con mirada técnica, conciencia ambiental y voluntad política.
¿Será este el inicio del despertar energético del Pacífico peruano?
La respuesta dependerá de lo que el país elija hacer con este oro negro.
Redacción: Anghelo Basauri Escudero